Es cierto lo que dicen de que la
inteligencia de un individuo es producto de una carga genética de sus padres,
de sus abuelos y mucho más atrás, pero también es cierto que esa inteligencia,
mucha, poca o regular, puede ser modificada con estímulos significativos
aplicados en ciertos momentos, sobre todo cuando las ventanas de oportunidades
están abiertas, cosa que ocurre generalmente en la niñez.
Rafael Lugo Padrino.
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