Buenos días, no se si
todavía es de noche, pero esos monstruos son tan reales, tú, en quien yo más confío, tu me aseguras que no me va
a pasar nada y que tu me vas a proteger, será que ¿puedes cambiar de canal o
emisora en la noche?, tu me estás creyendo ¿verdad?, entonces tu me estás
consolando porque tú me crees, que bueno, eso me hace sentir mucho mejor, a
veces, yo no he podido dormir bien en varias noches seguidas, y a veces estoy
como deprimido y muy llorón y a veces me duele el estómago y dejo de comer,
¿será que mi miedo es muy grande? Será que tu buscas una ayuda profesional si
yo presento otra vez esos casos así de fuerte.
Consuélame, consuélame
mucho, no me regañes, eso es lo menos que yo necesito ahorita, tampoco me
digas que yo soy un hombre o una mujer, recuerda que yo estoy chiquito,
acuerdate que tú tenías miedo de montarte en ese avión y a ti no te consoló
para nada los que te estaban obligando, tu miedo era genuino, tu miedo era
verdadero,
Te voy a contar sobre lo
que me da miedo, fíjate que hay un monstruo y bla, bla, bla, bla, tu me entiendes verdad, como yo no comprendo esas
cosas, es por eso que me da mucho miedo, esta noche vamos a revisar mi cuarto
bien, detrás de la puerta, dentro del closet, dentro de las cajas de juguete,
dentro de los juguetes, debajo de la cama, tú me vas a ayudar para yo
convencerme de que no hay nada, y me vas a explicar que son esos ruidos que
yo oigo en la noche, ¿seran grillos y sapitos?, como yo no lo sé, a mi me da
miedo todas esas cosas, será que puedes dejarme la puerta abierta y una luz
encendida, mientras yo pierdo el miedo, tu sabes, tu me comprendes, esos
miedos no son para toda la vida, lo que pasa es que a medida que voy
creciendo y estoy más consciente de lo grande que es el mundo y lo pequeño
que yo soy, entonces esas cosas me dan miedos.
No me vuelvas a contar
lo del tipo que se lleva a los niños en un saco, recuerda que yo no analizo
todavía, que yo me lo creo todo, no me hables del coco, no me hables de la
cucaracha, no me metas miedo con los policias, no me metas miedo con los
bichos, recuerda, yo todo me lo creo, pero si tu me enseñas que un ratoncito
no me hace nada, yo no le voy a tener miedo, si tu me enseñas que una
cucaracha no me va a hacer nada y que tú debo matarla porque es perjudicial
para la salud, bueno la matamos de un chancletazo y ya, que una arañita no
hace nada y que se está comiendo las plagas y los zancudos, bueno estoy de
acuerdo y dejo la arañita tranquila en su casita y que se coma los zancudos,
¿te acuerdas del zancudo loco, loco, loco? Bueno que se lo coma, que se coma
todo bicho malo y maligno para la salud. A mi lo que me importa es mis
cariñitos y mis abracitos. Chao, seguimos hablando de lo mismo.
Rafael Lugo Padrino
|
viernes, 7 de marzo de 2014
Monstruos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario