Que
feliz me siento, cómo han cambiado ustedes, y por supuesto, yo también he
cambiado, ahora soy más feliz, más alegre, con más entusiasmo, sobre todo
desde que empezaron a tratarme diferente y saben por qué, porque al yo
recibir besitos (pero no en la boca, porfa) y halagos de mis padres lindos y
queridos mi autoestima ha aumentado.
Ahora yo siento que puedo funcionar
en la vida, siento que soy valioso, que soy efectivo y sobre todo siento que
soy merecedor de lo mejor, en todo momento y en cualquier situación.
Todo lo anterior, lo vengo
sintiendo poco a poco, y en aumento, desde que ustedes me están tratando
diferente, y no se trata de que me estén comprando más y mejores juguetes,
no, eso no aumenta mi autoestima, mi autoestima tan solo aumenta con el trato
de ustedes, ya tienen tiempo que no me dicen bebe, tampoco los he oído
decirme que no sirvo para nada, tampoco los he oído peleando conmigo, ni los
he visto peleando entre ustedes delante de mí, eso me afecta muchísimo, y no
se diga de esa cara de amargura que a veces ponen, eso me descontrola
totalmente. Yo estaba pensando que el Niño Jesús les trajera muchos, pero muchos
chiclets, y ustedes se preguntarán y ¿para que los chiclets? Bueno, para que
cuando estén mascando tuercas, las cambien por chiclets y mejoran su cara,
porque mascar chiclets es más sabroso que mascar tuercas, ja, ja, ja, ja, les
gustó, ¿verdad que sí?
Para que se nos haga más fácil
aumentar mi autoestima, yo les voy a dar un secretico: Resulta más fácil
modificar un aspecto de mi autoestima que mi autoestima en general, entonces,
ustedes pueden empezar poco a poco con alguno de los siguientes aspectos,
mejorar mi autoestima académica, o
mejorar mi autoestima de
reconocimiento social o mejorar mi autoestima
en mi aspecto físico, ese es un buen método para que iniciemos un proceso
de cambio general de mi autovaloración.
Rafael
Lugo Padrino
|
jueves, 6 de marzo de 2014
Autoestima
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario