Mami, que bueno que ya es otro día,
estoy muy feliz, no te imaginas cuanto, soy feliz por ser tu hijo, soy feliz
por ser el hijo de mi padre, soy feliz porque estoy conociendo el mundo en el
que vivimos, tengo muchas razones para ser feliz, te doy un besito grandote y
te cuento lo siguiente:
Llegó el momento de que ustedes y mis
maestras dejen de buscar mis debilidades
y empiecen a buscar mis fortalezas,
a mi no me gusta experimentar los fracasos y a ninguno de mis amiguitos del
colegio tampoco les gusta el fracaso; a todos, nos gusta experimentar el éxito.
El otro día oí preguntar lo siguiente
de las inteligencias: ¿Qué es mejor, estimular la inteligencia que se presenta
como dominante, o más bien, la que está menos desarrollada?
Yo estaba debajo de la mesa y mi
abuelito le dijo que era mejor dedicarse a estimular tanto las inteligencias
dominantes, como las inteligencias menos desarrolladas, pero con diferentes
estrategias en cada una de ellas.
El truco se trata de que sea
divertido, sin obligación, que las estrategias de las no dominantes no
sea tan difícil, que yo pueda superarlas, para que mi desarrollo no se quede
atrás, y también, para que yo no sienta que no puedo. Debe ser un reto lo bastante tolerante para que yo experimente el éxito y tenga confianza
en mí mismo y pueda continuar jugando contigo.
Con lo que a mí me gusta, que son mis
inteligencias dominantes, yo voy a estar feliz y te voy a aceptar retos
mayores, y siempre voy a pensar que si puedo lograrlo, eso sí, necesito tu
ayuda en todo momento, pero déjame resolver yo las cosas.
Los buenos o malos resultado que
obtenemos en la vida son la consecuencia de pensamientos, acciones y emociones
específicas. Si repetimos estos mismos pensamientos obtendremos exactamente los
mismos resultados. Es absurdo continuar actuando de la forma en que siempre lo
has hecho, y aún así esperar resultados diferentes. Si continúas haciendo lo
que siempre has hecho, obtendrás los mismos resultados que hasta ahora has
conseguido.
Por eso, mis seres significativos, es
que yo les pido que al menos cambien conmigo, cambien el trato que hasta ahora
me han dado, cambien para mejor, yo se que ustedes pueden, repítanselo muchas
veces, mi cambio va, mi trato amable a mi hijo si va, mi actitud hacia mi
terroncito de azúcar si va, yo quiero, yo puedo y yo lo hago, repite conmigo
tres veces continuas quiero, puedo y lo hago; quiero, puedo y lo hago; quiero,
puedo y lo hago; ¡aaaahhhh! Se fijaron, tengo varios días sin tanto moco y sin
tanta gripe, será porque ya no me trasmites esos microbios tan feos, como ya no
me estás besando en la boca ya no me enfermo tanto.
Dame mis besitos y me haces un
cariñito en mi naricita. Te quiero muchísimo, te amo y yo sé que tu también me
amas
No hay comentarios:
Publicar un comentario