martes, 4 de marzo de 2014

Caminos neuronales

Caminos neuronales
Mis seres queridos y significativos, ustedes son maravillosos, ya que me crearon a mí, tu hijito, y sabes una cosa, el día que yo nací, lo hice con Doscientos Mil Millones de Neuronas, todas en blanco, como un gran cuaderno para que todos ustedes fueran escribiendo en mi y logren formar el hombre o mujer que voy a ser mañana.

          Para tu información y sepas lo que vas a hacer con tu hijito lindo, bello, precioso, amado y querido te voy a informar que cada una de ese gran número de neuronas se puede unir con Diez Mil Neuronas más, a través de unas cositas que se llaman Dendritas y entre todos se me va formando lo que llaman “Los Caminos Neuronales”.
         son los que determinan mi inteligencia, mientras más caminitos tengan, mayor oportunidad tengo para resolver mis problemas y hasta el de los demás, si se me presenta la oportunidad. Por lo tanto, yo necesito hacer las cosas, resolver mis problemas, comer solo, ponerme mi ropita, ponerme mis zapatos, guardar mis juguetes, acomodar mi cuarto, decidir que ropita me quiero poner, estar bien peinadito, pero lo principal es no caer en la rutina, si caigo en la rutina, siempre voy a usar el mismo caminito, que después se va a convertir en una carretera y después en una autopista y por último en una superautopista, pero eso no nos interesa, lo que quiero es formar muchos, pero muchos caminitos, es decir, ponme a hacer cosas diferentes, muchas cosas diferentes, si, porque todo eso va entrando en mi cabecita.

          También tengo que aprender normas, normas de convivencia, es decir, si mi papi o mi mami salen tarde de la casa, por alguna razón, yo no me doy cuenta, pero al llegar a mi colegio y ver que todos mis amiguitos ya están recibiendo clases, y yo, empiezo a desayunar solito, viendo a mis amiguitos divertirse con sus tareas, tu sabes mami, mis amiguitos hacen sus tareas jugando y yo apenas estoy empezando a desayunarme y entonces me acostumbro y llegaré tarde a mis trabajos, llegaré tarde a mis citas, no importa si es con mi novio, o con mi novia, o con mi trabajo, o con un negocio que quería hacer, total, eso fue lo que vi cuando chiquito. Ya sabes, vas a buscarme a la hora convenida, a las 5:55 minutos de la tarde y me llevas temprano a mi colegio, que sea antes de las 8:00 de la mañana, total, a ti te conviene, para que yo desayune tranquilo, en compañía con mis amiguitos, compartiendo con ellos y hablando con ellos, si hablando, porque desde maternal 2, que somos los más pequeñitos, nosotros hablamos dentro de nuestro balbuceo, nosotros sabemos lo que nos decimos y lo que queremos.

          Bueno, ahora lo que quiero es cariño, cariño y más cariño, que me digas fulanito, yo te quiero muchísimo, zutanito, me provocó darte un abrazo y un beso. Etc., etc.
La bendición mami, la bendición papi.

          Aaaaaaaahhhhhhhhhhhh y se me olvidaba decirte, por favor, no me beses en la boca, fíjate lo que mi cabecita interpreta, si eres mi papá y yo soy varón, puedo interpretar que puedo besar a otros varones en la boca, porque eso no es malo, mi papá lo hace y yo no sé diferenciar, total mi papá es una figura muy importante para mí.

          Fíjate, si mi papá me besa y yo soy hembra, entonces yo no me voy a atrever a besar a un varón cuando yo sea grande, porque esa boca mía la reservó mi padre para él, y ¿como yo voy a contradecir al hombre más importante de mi vida?, que es mi padre.

Lo mismo pasa si es mi mamá la que me besa en la boca, pero entonces es contrario, si soy varón o soy hembra, por favor, bésame en un cachetico regordito que tengo, bésame en mi frente para que me hagas más inteligente, tu sabes, para que yo tenga más de cuatro dedos de frente. Bésame en un bracito, bésame en la cabecita, bésame donde tú quieras, bésame donde te provoque, pero eso sí, no me beses en la boca. Además con esas gripes que andan sueltas por ahí, yo no quiero pescar una de esas gripes modernas y malignas. Gracias mami, gracias papi, dame la bendición y un besito en cualquier parte, menos en mi boquita.
Rafael Lugo Padrino

No hay comentarios:

Publicar un comentario