sábado, 8 de marzo de 2014

Desarrollo intelectual entre los tres y los seis años de edad

 Desarrollo intelectual entre los tres y los seis años de edad.

En esta edad muestran un notable crecimiento en su estatura junto a una apariencia más delgada y más atlética, éste desarrollo físico se acompaña de un rápido desarrollo motor grueso y al niño le gusta saltar, correr, brincar, rodar e igualmente un desarrollo motor fino y le encanta copiar, abotonar, atar, desenredar.

Igualmente la Inteligencia Pictórica se expande y el niño necesita dibujar y rayar, a esto lo acompaña un rápido desarrollo de la memoria lo que lleva al niño a explorar su historicidad y busca su individualidad, en ésta etapa hay que estar muy pendientes de las necesidades sociales del niño y en esta etapa es importante destacar que los niños aprenden más sobre lo que hablan sus adultos significativos que de lo que están viendo, es decir, según Piaget, cuando los niños se pueden acordar de objetos y acontecimientos, pueden así mismo formar, y por lo tanto, desarrollar el aprendizaje significativo.

Entre los tres (03) y los seis (06) años de edad los niños están en la segunda etapa del desarrollo cognitivo, ya piensan en símbolos, pero aún no utilizan la lógica, tienen la capacidad, la cual hay que desarrollarla de imaginar objetos, personas o hechos independientemente de su presencia física, utilizando representaciones mentales. (Entre los seis y los doce años es cuando los niños piensan de modo lógico).

Entre los 3 y 6 años lo que más importa es el uso de diferentes estímulos, explorando los juegos como recursos que refuerzan la idea de los símbolos. Todo símbolo es una representación mental a la que el niño ha asociado un significado y el más importante de todos es la palabra, primero la palabra hablada, desde el mismo nacimiento y después la palabra escrita.

En el desarrollo cognitivo del niño, entre los dieciocho meses y 2 años de edad, Maternal II y III, se vuelve capaz de captar en los símbolos el conocimiento de que existen acontecimientos y que estos implican agentes, acciones y objetos y teme sus consecuencias, es decir, si tú le pides que dibuje un camión, el niño garabatea el papel y murmura rrruuummmm, rrruuummmm.

Casi cumpliendo los 3 años, primer nivel de preescolar, el niño observa el símbolo, capta ciertas relaciones de tamaño y formas extraídas de una referencia visual y puede dibujar dos círculos unidos denominándolos cabeza y cuerpo.

A los 4 años de edad, Segundo nivel de preescolar, el niño capta cantidades y relaciones numéricas, ya puede enumerar conjunto de objetos, igualmente distingue relaciones espaciales, arriba y abajo, delante y atrás y en lógico matemáticas distingue claramente entre fino y grueso, largo y corto, mucho y poco y en ese momento el niño descubre un mundo lleno de cosas para contar.

Entre los 5 y 7 años de edad muestran entusiasmo por dibujar símbolos para acordarse de alguien o de alguna fiesta.

Gardner y Piaget opinan que las habilidades cognitivas se pueden acelerar y los seudocientíficos en investigaciones recientes, afirman que la mayoría de los niños pequeños, cuando son estimulados coherentemente, por medio de juegos, en áreas de sus inteligencias específicas son mucho más competentes de lo que Piaget imaginaba, principalmente en los juegos de lenguaje; un niño de tres años supera con creces las limitaciones de Piaget antes descritas.

En otro orden de ideas, una buena escuela es aquella que cuenta con un proyecto pedagógico fundamentado avanzando en el desarrollo cognitivo múltiple, aportando experiencias, estimulando los sentidos, abriendo oportunidades en el tiempo y el espacio para la acción infantil, la música, la mímica, el arte, los juegos lógico matemáticos, naturalistas y lingüísticos, comenzando una verdadera alfabetización musical, pictórica y emocional del niño, por todo lo antes expuesto es importantísimo que la educación infantil esté llena de juegos, que es lo único que le interesa al niño de estas edades, juegos que le lleven al dominio de habilidades, que despierten la imaginación, que estimulen la cooperación y la comprensión sobre normas y límites, y que respete, explore y amplíe los innumerables saberes que todo niño posee cuando llega a la escuela.


Rafael Lugo Padrino

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