domingo, 2 de marzo de 2014

Inteligencia Musical

       ¡Aaaaaaahhhhhhhhh!, amanecí con flojera, con ganas de que mis seres queridos me apurruñen un ratico en su cama, yo sé que no debo dormir con ellos, pero a veces me provoca estar pegadito y arropadito al lado de mis seres más queridos y significativos, Aaaaaayyyyyy, no me hagas más cosquillas, no más, no más, ja, ja, ja, ja; te quiero, te quiero mucho, de aquí hasta el mar.

          Te voy a explicar un poquito sobre mi Inteligencia Musical y esa es la capacidad de percibir, discriminar, transformar y expresar las formas musicales, incluyendo la sensibilidad o reconocimiento del ritmo, del tono, de la melodía, del timbre y de la frecuencia de la voz y de los sonidos.

          Los alumnos con la inteligencia Musical desarrollada se sienten atraídos por los sonidos de la naturaleza y por todo tipo de melodías, reconociéndolas de inmediato y si tú me das la oportunidad de oírlos, yo también voy a desarrollar esa inteligencia y voy a disfrutarla siguiendo el compás de la música con el pie o golpeando con los dedos rítmicamente, lo que llaman tamborileo, o sacudiendo algún objeto con ritmo, algo así como una maraca.

Por ejemplo, tú me sacas un rato y me llevas al río, donde no haya tanta gente y me dices con mucho cariño, oye, oye, como suena el agua cuando pega de las piedras, sssshhhhhhhiiiiii, pon atención, se están oyendo los pajaritos, escúchalos trinar, que bonito se oyen, atención, atención, escucha el viento entre los árboles, oye cómo se mueven las ramas, también me dices que las mire, y así yo aprovecho y voy desarrollando otra sentido más, que es el visual, o sea, vamos aprovechando todo, porque al caminar de tu mano, sobre las piedras del rio, con mucha paciencia, voy desarrollando mi equilibrio y mi inteligencia cenestésica, la motora gruesa, y si nos ponemos a recoger piedritas chiquitas, que sean bonitas, tu sabes, para mi colección, desarrollo mi motora fina, mis deditos, lo que llaman mi pinza, si llego a ser cirujano, la voy a necesitar muchísimo, también al ir al río, desarrollo mi inteligencia naturalista, porque yo todavía estoy muy chiquito y no sé lo que voy a ser cuando sea grande, pero imagínate, voy a tener la oportunidad de ser lo que yo quiera ser, voy a ser muy, pero muy inteligente.

          Te quiero, estuvo rico ese paseo, otro día compartimos en la playa, y recojo conchitas y palitos y cositas, tú sabes, para mi colección. Mil besitos, ay, ay, ay, ese cariñito estuvo rico, la bendición.

Rafael Lugo Padrino

No hay comentarios:

Publicar un comentario