¡Aaaaaaahhhhhhhhh!, amanecí
con flojera, con ganas de que mis
seres queridos me apurruñen un ratico en su cama, yo sé que no debo dormir con
ellos, pero a veces me provoca estar pegadito y arropadito al lado de mis seres
más queridos y significativos, Aaaaaayyyyyy, no me hagas más cosquillas, no
más, no más, ja, ja, ja, ja; te quiero, te quiero mucho, de aquí hasta el mar.
Te voy a explicar un
poquito sobre mi Inteligencia Musical y
esa es la capacidad de percibir, discriminar, transformar y expresar las formas
musicales, incluyendo la sensibilidad o reconocimiento del ritmo, del tono, de
la melodía, del timbre y de la frecuencia de la voz y de los sonidos.
Los alumnos con la
inteligencia Musical desarrollada se sienten atraídos por los sonidos de la naturaleza y por todo
tipo de melodías, reconociéndolas de inmediato y si tú me das la oportunidad de
oírlos, yo también voy a desarrollar esa inteligencia y voy a disfrutarla
siguiendo el compás de la música con el pie o golpeando con los dedos
rítmicamente, lo que llaman tamborileo, o sacudiendo algún objeto con ritmo,
algo así como una maraca.
Por ejemplo, tú me sacas un rato y me llevas al río, donde no haya tanta
gente y me dices con mucho cariño, oye, oye, como suena el agua cuando pega de
las piedras, sssshhhhhhhiiiiii, pon atención, se están oyendo los pajaritos,
escúchalos trinar, que bonito se oyen, atención, atención, escucha el viento
entre los árboles, oye cómo se mueven las ramas, también me dices que las mire,
y así yo aprovecho y voy desarrollando otra sentido más, que es el visual, o
sea, vamos aprovechando todo, porque al caminar de tu mano, sobre las piedras
del rio, con mucha paciencia, voy desarrollando mi equilibrio y mi inteligencia
cenestésica, la motora gruesa, y si nos ponemos a recoger piedritas chiquitas,
que sean bonitas, tu sabes, para mi colección, desarrollo mi motora fina, mis
deditos, lo que llaman mi pinza, si llego a ser cirujano, la voy a necesitar
muchísimo, también al ir al río, desarrollo mi inteligencia naturalista, porque
yo todavía estoy muy chiquito y no sé lo que voy a ser cuando sea grande, pero imagínate,
voy a tener la oportunidad de ser lo que yo quiera ser, voy a ser muy, pero muy
inteligente.
Te quiero, estuvo rico
ese paseo, otro día compartimos en la playa, y recojo conchitas y palitos y
cositas, tú sabes, para mi colección. Mil besitos, ay, ay, ay, ese cariñito
estuvo rico, la bendición.
Rafael Lugo Padrino
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